miércoles, 24 de octubre de 2007

Frases de niños
por esos momentos.....
Charlie estaba discutiendo con su madre, y ella le dijo:

«Te tienes que controlar, no puedes decir todo lo que se te pase por la cabeza». Él le contestó: «No puedo, el celebro me empuja».

Charlie siempre dice que a su hijo lo va a llamar Batman o Pepe.

Otro día, hablando de las cosas que daba cada animal,

Charlie dijo: «Las ovejas dan lana, las vacas dan leche y los cerdos dan la mierda que son los chorizos».

Manu Dávila, 7 años

El padre de Manu le hizo una sopa para cenar y le dijo:

«Cómetelo, que está muy rico». El niño tomó dos cucharadas y le contestó: «Papi, tú y yo tenemos gustos distintos».
Miquel Manzanet, 3 años

Cuando Miquel entró por primera vez en una iglesia, al ver la imagen de Cristo crucificado, dijo: «¡Mirad! ¡Es Tarzán!».
Luis María de Goya, 4 años

Un día Luis le dijo a su madre: «Mami, ¿cierras el armario, por favor, para que no se escape la ropa?».
Daniel García, 15 meses

La madre de Daniel dejó un momento en la bañera al niño y a su hermana de 5 años jugando. De repente la madre oyó a la niña gritar: «¡Mamá, mamá, ven…! ¡Qué asco!». La madre fue corriendo asustada y se encontró entre los juguetes que flotaban en el agua un «zurullo» enorme. Entonces, la madre, en voz alta y enfadada, dijo: «¡Daniel… ¿y esto?!». El niño cogió la mierda, la aplastó contra su cuerpo y respondió: «¡¡Mío!!».
Mª Nieves y Alberto, 8 y 5 años

Pensando que nadie les oía, Alberto preguntó: «¿Dónde está papá?». Su hermana Mª Nieves le contestó: «Pues no lo sé». Después de unos segundos dijo Alberto: «Se habrá muerto». Y contestó su hermana: «No, no... No se ha muerto; si no, estaría todo lleno de sangre».
Daniel García, 3 años

Daniel es un niño muy travieso y no para quieto. Un día comenzó a subir la escalera y su madre, ya cansada de pedirle que se estuviera quieto, le dio un azote en el culo. El niño se volvió muy serio y le dijo: «Si no se debe pegar a los niños, menos a los hijos».
Mario Villalba, 4 años

Mario estaba hablando un día con su madre sobre lo que quería ser de mayor. Su madre le preguntó: «¿Cómo te gustaría trabajar: de pie, como tu tío Javi, o sentado, como Jordi?». Mario, viendo a su abuelo en el sofá, dijo:

«Tumbado, como el yayo».
Marta Sotelo, 5 años

Viendo que su hermana de 9 años y su amiga no querían hacer lo mismo que los demás (que era ver la salida de la vuelta al mundo de catamaranes), dijo: «Dejadlas, que están en la edad del pollo».
Celia Martín, 3 años

Celia quería jugar con su primo a cuentos de princesas, pero él no quería ser príncipe, ni caballero, ni nada, así que ella muy enfadada le dijo: «Vale, sé tu mismo y abúrrete».
Eloi Pascual, 5 años

A Eloi lo estaba cuidando una amiga de sus padres.

Cuando iban hacia casa, ella le preguntó: «Eloi, ¿tienes frío?». Y él le contestó: «No tengo ni frío ni calor, estoy del tiempo».

Y esta frase es de Eloi cuando tenía 6 años: Era época de carnaval y bajó con su padre por las escaleras de su casa cuando se cruzaron con una vecina que bajaba la basura. La señora llevaba gafas, iba muy pintada y llevaba una bata de flores. Eloi, que iba disfrazado, se la quedó mirando y le preguntó: «¿Y tú de qué vas disfrazada?».
Miguel Maiques, 3 años

En una ocasión, después de comprobar que en casa se hablaba a menudo de la Diputación por motivos profesionales, Miguel comentó en voz baja, susurrando, como si estuviera confesando un secreto: «Papá, ten mucho cuidado, porque la palabra Diputación tiene la palabra... puta…».

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